Trend Axes

  • Noise strategy
  • Trend hijacking
  • Pressure tactics
  • Hype engineering

La influencia se mide en ruido

En un ecosistema saturado de mensajes, la visibilidad ya no es solo un efecto de la comunicación, sino una herramienta de presión y de influencia para asegurar presencia en la conversación social.

Esta dinámica ha impulsado nuevas formas de estrategia que buscan generar ruido deliberado, intervenir en narrativas ajenas o apropiarse de fenómenos culturales que surgen de manera espontánea. 

La obsesión por capitalizar cualquier tendencia puede diluir la identidad de marca, generar saturación en las audiencias o provocar reacciones de rechazo cuando la campaña se percibe como oportunista. En este escenario, lo decisivo ya no es únicamente qué se comunica, sino la capacidad de transformar cualquier circunstancia en un evento mediático.

Porcentaje de campañas que mantuvo el argumento del activismo corporativo y de presión social en Europa, volviendo al nivel record de 2018.

Porcentaje de consumidores que considera las campañas de guerrilla como más memorables frente a un solo 30% de la publicidad tradicional.

Porcentaje de los anuncios en línea que no supera los 2,5 segundos de atención eficaz, esto es, el umbral necesario para que una marca sea recordada.

Tamaño del crecimiento que alcanzó el mercado global de publicidad exterior en 2025, lo que supuso un crecimiento anual del 3%.

¿Todo vale?

En este ecosistema comunicativo convertido en carrera por el ruido, donde la visibilidad inmediata parece justificar cualquier estrategia, la lógica del “todo es campaña” está empujando a las marcas a ocupar espacios que hace apenas unos años hubieran resultado impensables. Una dinámica en la que el ingenio se confunde con la agresividad y la transgresión se convierte en un atajo para multiplicar la repercusión. Lo que antes se percibía como un exceso aislado hoy se normaliza bajo la excusa de la viralidad. 

El riesgo es doble. Por un lado, la degradación del lenguaje erosiona la confianza y reduce la comunicación a un espectáculo de confrontación. Por otro, la saturación de tácticas disruptivas puede vaciar de valor el gesto provocador, volviéndolo predecible. Más allá de la viralidad inmediata, la cuestión central está en los límites éticos. 

Spotlights

  • La presión por capitalizar cualquier acontecimiento conduce a campañas cada vez más reactivas, donde la velocidad se prioriza frente al cuidado estratégico, aumentando los mensajes oportunistas o vacíos.
  • La rapidez con la que se lanzan campañas prioriza el impacto fugaz frente a la coherencia, dejando un terreno fértil para errores estratégicos que pueden resultar determinantes y afectar a la credibilidad.
  • El desafío para las marcas no es entrar en la conversación, sino encontrar formas de permanecer significativas en un ecosistema donde la atención se compra con ruido y se pierde con rapidez.
  • El marketing se consolida como un ejercicio de oportunismo calculado, donde cualquier gesto social, político o cultural puede transformarse en campaña con el único fin de no quedarse fuera.

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La visibilidad como nueva herramienta de presión para no quedarse fuera.