Internet pasa a la acción

Los conflictos mundiales, las crisis humanitarias y las catástrofes naturales han puesto de manifiesto cómo, frente a la falta de respuestas rápidas y eficaces por parte de las administraciones, la población se moviliza a través de nuevas formas de colaboración. Sin duda, la solidaridad se ha transformado en un fenómeno global, impulsado por la tecnología y las plataformas digitales. 

Este nuevo modelo de solidaridad se nutre de una participación interactiva, especialmente entre la población joven, que busca formas innovadoras de sentirse parte activa en causas de todo el mundo. 

A través de redes sociales y aplicaciones, las personas se organizan, crean comunidades virtuales y generan cambios significativos, demostrando que la colaboración a través de la interconexión digital no sólo es posible, sino que es más efectiva que nunca.  

Número de conflictos activos actualmente a nivel mundial. El punto más álgido desde la Segunda Guerra Mundial, en datos del Índice de Paz Global del Instituto para la Economía y la Paz. 

Número de personas que hacen voluntariado digital cada año, realizando más de 24.000 tareas de apoyo a proyectos en desarrollo, a través de la plataforma Voluntariado en Línea de Naciones Unidas. 

Porcentaje de campañas de RSC de grandes marcas que incluyen acciones digitales, invitando a las personas a colaborar de manera remota, según el estudio “Sustentability Index” de Kantar.

De las personas que realizan voluntariado continuo tienen entre 26-45 años, segmento en el que el formato digital ha ganado mucha importancia, según la Plataforma del Voluntariado de España.

Problema local, causa global

En un mundo cada vez más interconectado, los problemas locales ya no se perciben como cuestiones aisladas, sino como preocupaciones compartidas a nivel global. Las plataformas digitales han permitido que causas que antes podrían haber quedado limitadas a un ámbito local ahora se expandan rápidamente, involucrando a millones de personas dispuestas a colaborar sin importar su ubicación geográfica. 

De este modo, la solidaridad se convierte en una fuerza colectiva capaz de atravesar fronteras, uniendo a personas usuarias con un propósito común: generar un impacto positivo en el mundo.

La tecnología ha permitido que cualquier persona, desde cualquier rincón del mundo, se convierta en voluntaria digital. Este tipo de intervención es una prueba de cómo la solidaridad se extiende a nuevas formas de contribución, adaptadas a la era digital.

Spotlights

  • La juventud se ha convertido en motor clave de esta solidaridad. Buscan maneras innovadoras de involucrarse en causas globales a través de la tecnología. La participación interactiva es esencial en este proceso. 
  • Los problemas locales ahora se ven como preocupaciones globales. Las causas ya no son percibidas como exclusivas de una comunidad, sino como desafíos compartidos que afectan a toda la humanidad
  • La tecnología no sólo facilita la comunicación, sino que también amplifica el impacto de cada acción solidaria. Ahora, las personas pueden generar un cambio significativo a través de redes, apps y otras plataformas digitales. 
  • La interconexión digital ha transformado la solidaridad en un fenómeno global, permitiendo que las personas se movilicen de manera rápida y efectiva para responder a crisis sin depender de la acción directa de gobiernos o instituciones

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La colaboración global digital entre comunidades se potencia más que nunca.