Comprar barato y responsable

El contexto económico inflacionista, cada vez más alarmante, y el incremento de la oferta centrada en precios bajos en prácticamente todos los sectores, lleva al resurgir de la era low cost. La ciudadanía tiene que apretarse el cinturón y buscan abaratar su cesta de la compra en todo lo posible.  

Este cambio forzado en los hábitos de consumo ha llevado a una respuesta inmediata por parte de las marcas, que lanzan campañas alineadas con las necesidades de la población ante una inminente pérdida de poder adquisitivo. 

El mercado se llena de marcas y líneas low para satisfacer a las personas consumidoras sin tener que renunciar al momento de compra. Y aunque es necesario que haya mercado para todos los bolsillos, el auge de esta tendencia puede invitar a un consumo sin control. Lo vemos a diario. Hauls de ropa fast fashion, decoración para el hogar y rutinas de belleza inundan los perfiles de redes sociales cuyo contenido se basa únicamente en el consumo de este tipo de productos.

Frente a esto, marcas muy posicionadas apelan a la responsabilidad individual de las personas, pues la búsqueda y adquisición de un producto debe ser una decisión consecuente a largo plazo. 

Pero, ¿es posible comprar barato y mantener una actitud responsable al mismo tiempo? Para las voces expertas, el éxito estará en saber evitar el riesgo de consumir por consumir.

Trend Axes

  • Lower costs
  • Home brand
  • Skimpflation
  • Shrinkflation

Pagar menos, ¿por menos?

Mientras que la población apuesta por productos low cost, muchas marcas aprovechan la situación para desarrollar políticas poco éticas que encubren la inflación de su oferta. Las formas de abaratamiento extremo en situaciones delicadas, se relacionan, en ocasiones, con prácticas cuestionables. Desde la fabricación hasta la compra final, las empresas trasladan el incremento del coste de energía y materias primas a una subida de precios, que acaba perjudicando a las personas

Un contexto en el que se popularizan términos como shrinkflation, reducir la inflación por diferentes vías, y skimpflation, menos calidad a precios más altos. Dos estrategias que ponen en riesgo la relación y confianza entre marcas y clientela. 

En este sentido, la transparencia de las compañías que realmente se posicionan del lado de la ciudadanía será imprescindible. Una propuesta de valor diferencial y un código ético consolidado serán clave para la decisión de compra. En este momento, la elección de compra será determinante y establecerá una relación especial con la marca seleccionada por haber sido su aliado en los periodos más complicados. 

Spotlights

  • Las personas que detectan las malas prácticas de las marcas y vuelven a recurrir a ellas para satisfacer sus necesidades, pierden credibilidad
  • En cualquier caso, la tendencia low cost no debe contraponerse a la importancia de mantener el bajo coste para los bienes de primera necesidad.
  • Es importante que las marcas no caigan en malas prácticas de skimflation ni shrinkflation si quieren salvaguardar su reputación corporativa. 
  • La liberalización de los monopolios da pie a que entren en el panorama nacional nuevos players, con su correspondiente bajo coste

Descárgate el informe y descubre la tendencia completa

El “más por menos” se populariza.